miércoles, diciembre 16, 2015

Consumir o no consumir, he aquí la cuestión.



Hace mucho que no escribía entradas. Un post me ha rescatado de la tumba blogger, desde hace años tengo este pensamiento en la cabeza, que no me deja avanzar. Al hilo del post de Lessie: http://www.intravenous-sugar.com/2015/12/hacer-las-cosas-bien-sale-caro.html
Comprar es como comer chocolate, parece que te quitas un peso y acontinuación viene otro, y la culpa. Comer, fumar, comprar, internet... son drogas. Vivimos el vacío. El vacío se intenta llenar, pero es imposible. Una enfermedad que no se cura del todo. Qué compramos nos define. Qué mostramos que compramos nos define. Nos hemos alienado, somos anuncios gratuitos andantes. Somos un producto. - Te aconsejo que leas "No Logo" de Naomi Klein, dan ganas de quemarlo todo, en serio. Tu al menos te has construido una identidad virtual con la que has llegado bastante lejos. Yo siempre estoy que sí que no con la moda, como diseñadora, como artista y como persona a la que le gusta la sociología, el márketing... es complicado porque cuanto más sé, más odio todo y más asco me da dedicarme a esto. Siempre me ha parecido muy banal pero a la vez lo veo como arte, pero la globalización como dices, actúa de lobo que arrasa con todo sin mirar. Hace años que una asociación textil de España se queja de la desaparición de la industria. Mi propia tía, con una cooperativa textil cerró. Tal vez parezca que daña a pocos, pero daña muchísimo más hondo de lo que parece. Antes del desmantelamiento de la industria ya los freían a precios disparatadamente mínimos. Mi tía se llevaba trabajo a casa, por cada bolsillo de una remera le pagaban no sé 0,05 céntimos de peseta o algo así. La primera vez que entré a trabajar en una empresa auxiliar de Zara y vi miles y miles de chaquetas rojas desfilar por una barra hacia la embaladora me quedé atónita, como cuando leí por vez primera "Un mundo Feliz". Juré no comprar nunca más en Zara ni similar. La sensación que me vino, de ver a la vez a miles de personas con lo mismo, uniformados, me aterró. Porque todas esas prendas representan trabajos a céntimo, devastación de recursos naturales y basura posterior. Cada vez más, me sobra todo lo que tengo, tengo prendas preciosas en mi armario, pero me dan ganas de quemarlo todo y vestir estilo monje. Me pesa lavar tantas prendas a mano porque destiñen (incluso prendas muy muy caras, las estoy dando todas, no quiero nada que destiña) o son tejidos sensibles. No necesitamos todo eso. La gente de clase media aquí está dejando de comprar buen material porque la moda ahora exige cambiar de continuo y eso ni ellos lo pueden pagar, así que acaban comprando en Primark. Las empresas que antes tenían calidad como Pedro del Hierro ahora fabrican fuera (antes fabricaban aquí) y su ropa destiñe ¿Por qué? porque ni si quiera son modelos suyos. Los compran en fábricas que primero lo hacen en blanco y luego tiñen del color de moda y lo venden a distintas marcas. Son los llamados proveedores. Muchísimos productos que vemos etiquetados con el logo de la marca NISIQUIERA ESTÁN DISEÑADOS POR ELLOS, ni se molestaron en copiar a alguien. Todo esto sucede porque EL CONSUMIDOR como la misma palabra dice, consume sin razonar, compra por impulso, llena carencias (o intenta) y día sí día también está sumergido en un mar de publicidad (televisión, revistas diversas, anuncios laterales en facebook, blogs de tus amigas, instagramm...), el mar que te dice que si no consumes, no eres nada.

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