martes, febrero 21, 2017

42- La razón de la vida y todo lo demás

Hoy una persona ha escrito: "Pensaba que iba mejor pero hoy he ido para atrás" y algo ha saltado, haciendo un click en mi interior. Espero que a alguien le ayude a reflexionar algún día.



Es una falacia. No vamos ni para alante ni para atrás. 

Cuando pensábamos que "estábamos mejor" en realidad estábamos incubando lo que tenemos ahora. Nunca somos iguales a lo largo de nuestra vida, no nos gustan las mismas cosas ni tenemos los mismos sentimientos y armas frente a las cosas. 

Detalles tan nimios como hacer ese deporte o baile que nos gusta, quedar una vez por semana con ese amigo que antes veíamos mucho y ahora no, son los que poco a poco marcan la diferencia. No tenemos una megarazón para existir, existimos para dar esos micromomentos a las demás personas y que ellas nos los den a nosotros.

Un día luces por fin, y piensas: SI, ÉSTA SOY YO, mi mejor versión. Pero eso no es algo que permanezca constante en el tiempo sin hacer algo a cambio. Para que esa versión de tí mismo con la que estás a gusto siga existiendo, es necesario seguir con nuestros micromomentos, microobjetivos, buscar cada día esos lugares o momentos donde resplandecer. A eso se le llama "salir de la zona de confort", y es justamente saliendo de la zona acomodada (a veces provocada por la vagancia, poca capacidad de esfuerzo, dilación, falta de un "objetivo vital" (falso), por la apatía, por falta de refuerzos postitivos y miles de "esques" y "peros" que se te puedan ocurrir) donde está ese "yo" que quieres ser.

¿Para qué he venido a este mundo? 
Para crear, para comprender, para ayudar, para realizarme. Para ayudar a los demás a realizarse. Para crecer.

Después de esta vida vienen otras. Y en cada vida hemos de aprender algo, y sobre todo, hemos de disfrutarla. Y disfrutar de la vida es exhalar el aire, mirar las nubes, descubrir una huella en la nieve. Es un café con esa persona que acabas de conocer. Es llamar a tu madre. Es querer a tu esposo.

Y todos esos peldaños que se suben y se bajan como la Escalera de Penrose construyen nuestra vida.

Y como la ilusión, no subimos ni bajamos, no vamos para adelante ni para atrás. Todos los días construimos un edificio y lo derribamos. Todos los días nacemos y morimos. 

Todos los días podemos MUTAR.

Y lo que es aún mejor: podemos mutar cada segundo. A cada pestañeo, tenemos la oportunidad de ponernos en la piel de nuestro yo más puro. Y podemos asombrarnos con lo diferente que es cada vez que lo hacemos.

42.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...